La hora del genio, de Renault
Fernando Alonso figura entre los favoritos al título tras su espectacular pretemporada. Su talento natural y la rapidez y fiabilidad de su nuevo Renault RS24 son sus credenciales
No quiere ser el sucesor ni el heredero de Michael Schumacher. Sólo quiere ser él mismo. En todo caso, sí el 'verdugo' de Michael Schumacher. Como Kimi Raikkonen o Juan Pablo Montoya, Fernando Alonso iniciará el acoso e intento de derribo del orgulloso alemán. El piloto más precoz de toda la F-1 frente al piloto con mayor palmarés de la historia.
El guión no estaba escrito así, pero los acontecimientos han modificado las pautas. A priori, en Renault apostaban por un 2004 de transición. Queremos hacerlo mejor que el año pasado. Conseguir algunas victorias, ser terceros o segundos en el Mundial de Constructores. El luchar por el título queda para el 2005, declararon Flavio Briatore y Patrick Faure, los máximos responsables de Renault en F-1, en la presentación del equipo en Palermo. Fernando estaba de acuerdo con ellos e incluso, como hizo en el 2003, rebajaba sus expectativas.
Cambio de discurso
Pero la pasada semana Fernando cambió de discurso. Si dicen que soy favorito será porque lo soy, admitió, lo que en él equivale a la voluntad de luchar por el título.
El pasado año hicimos unos test no muy buenos y por contra los resultados llegaron inmediatamente. Este año el invierno sí ha sido muy bueno, asegura Alonso. Los tiempos han sido buenos, pero hay otras cosas más importantes. En varias jormadas Fernando o Trulli han dado más de 100 vueltas al circuito y ello significa que no han tenido el mínimo problema. Y lo verdaderamente importante es que en las series largas de 20 vueltas su ritmo ha sido mucho mejor que el de los McLaren o que el nuestro de Williams, ha dicho al respecto Marc Gené. En otras palabras: el Renault de Fernando no sólo es rápido, sino fiable y regular en su ritmo de marcha.
Quizás sean más elocuentes los elgios de Briatore. Cuando le vi por vez primera sentí lo mismo que cuando Schumacher llegó a la F-1, dice el director de Renault y mánager de Fernando.
No quiere ser el sucesor ni el heredero de Michael Schumacher. Sólo quiere ser él mismo. En todo caso, sí el 'verdugo' de Michael Schumacher. Como Kimi Raikkonen o Juan Pablo Montoya, Fernando Alonso iniciará el acoso e intento de derribo del orgulloso alemán. El piloto más precoz de toda la F-1 frente al piloto con mayor palmarés de la historia.
El guión no estaba escrito así, pero los acontecimientos han modificado las pautas. A priori, en Renault apostaban por un 2004 de transición. Queremos hacerlo mejor que el año pasado. Conseguir algunas victorias, ser terceros o segundos en el Mundial de Constructores. El luchar por el título queda para el 2005, declararon Flavio Briatore y Patrick Faure, los máximos responsables de Renault en F-1, en la presentación del equipo en Palermo. Fernando estaba de acuerdo con ellos e incluso, como hizo en el 2003, rebajaba sus expectativas.
Cambio de discurso
Pero la pasada semana Fernando cambió de discurso. Si dicen que soy favorito será porque lo soy, admitió, lo que en él equivale a la voluntad de luchar por el título.
El pasado año hicimos unos test no muy buenos y por contra los resultados llegaron inmediatamente. Este año el invierno sí ha sido muy bueno, asegura Alonso. Los tiempos han sido buenos, pero hay otras cosas más importantes. En varias jormadas Fernando o Trulli han dado más de 100 vueltas al circuito y ello significa que no han tenido el mínimo problema. Y lo verdaderamente importante es que en las series largas de 20 vueltas su ritmo ha sido mucho mejor que el de los McLaren o que el nuestro de Williams, ha dicho al respecto Marc Gené. En otras palabras: el Renault de Fernando no sólo es rápido, sino fiable y regular en su ritmo de marcha.
Quizás sean más elocuentes los elgios de Briatore. Cuando le vi por vez primera sentí lo mismo que cuando Schumacher llegó a la F-1, dice el director de Renault y mánager de Fernando.
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