Catalunya-Brasil: Que sea otra fiesta
La selecció de Pichi Alonso intentará mejorar el papel de hace dos años
La presencia de Juliano Belletti en la banda derecha, la de Ronaldinho y Ronaldo en ataque, las cien mil banderas ondeando en el estadio, la selección catalana en el césped y la actuación del tenor Josep Carreras en los prologómenos del encuentro son motivos más que suficientes para que el Camp Nou viva hoy una fiesta similar a la de hace dos años.
Entonces, el estadio barcelonista se llenó de aficionados catalanes para ver a su selección ante la de Brasil, que escasas semanas después se proclamaría pentacampeona del mundo en Japón. Hoy se reproducirá esa exaltación nacionalista ante un adversario que asume el encuentro como un entrenamiento de preparación para el Brasil-Argentina, clasificatorio para el Mundial, del 2 de junio que se jugará en Bello Horizonte.
Por ello, Brasil saldrá al campo con una mezcla de reservas y titulares, con la prioridad de evitar cualquier lesión que condicione sus próximos compromisos oficiales y con la ausencia de los jugadores del AC Milan, club que impide su alineación en el partido al no formar parte de las fechas FIFA.
Catalunya, aunque con bajas importantes, intentará hacer un buen papel ante los hombres de Parreira. Pichi Alonso tiene previsto alinear un equipo con garantías que iguale o incluso mejore la gran actuación que la selecció catalana ofreció a su afición hace dos años en este mismo escenario. Por lo menos, se lo pondrá difícil a la canarinha.
La estrella del partido está llamada a ser Ronaldinho, convertido en ídolo del Barcelona, quien ya brilló con dos goles en el Catalunya-Brasil del 2002. Ayer, quizás, Sandro Rosell, forjador de ese fichaje, debía recordar ese episodio con el hermano del jugador, Roberto de Assis, ambos a pie de campo mirando el entrenamiento de Brasil.
La presencia de Juliano Belletti en la banda derecha, la de Ronaldinho y Ronaldo en ataque, las cien mil banderas ondeando en el estadio, la selección catalana en el césped y la actuación del tenor Josep Carreras en los prologómenos del encuentro son motivos más que suficientes para que el Camp Nou viva hoy una fiesta similar a la de hace dos años.
Entonces, el estadio barcelonista se llenó de aficionados catalanes para ver a su selección ante la de Brasil, que escasas semanas después se proclamaría pentacampeona del mundo en Japón. Hoy se reproducirá esa exaltación nacionalista ante un adversario que asume el encuentro como un entrenamiento de preparación para el Brasil-Argentina, clasificatorio para el Mundial, del 2 de junio que se jugará en Bello Horizonte.
Por ello, Brasil saldrá al campo con una mezcla de reservas y titulares, con la prioridad de evitar cualquier lesión que condicione sus próximos compromisos oficiales y con la ausencia de los jugadores del AC Milan, club que impide su alineación en el partido al no formar parte de las fechas FIFA.
Catalunya, aunque con bajas importantes, intentará hacer un buen papel ante los hombres de Parreira. Pichi Alonso tiene previsto alinear un equipo con garantías que iguale o incluso mejore la gran actuación que la selecció catalana ofreció a su afición hace dos años en este mismo escenario. Por lo menos, se lo pondrá difícil a la canarinha.
La estrella del partido está llamada a ser Ronaldinho, convertido en ídolo del Barcelona, quien ya brilló con dos goles en el Catalunya-Brasil del 2002. Ayer, quizás, Sandro Rosell, forjador de ese fichaje, debía recordar ese episodio con el hermano del jugador, Roberto de Assis, ambos a pie de campo mirando el entrenamiento de Brasil.
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